Capitulo 5 ''Los últimos días''

Eran los últimos días de verano y había que aprovecharlos al máximo, obviamente.
En esa ultima semana antes de volver a entrar en el colegio, aproveche los días mejor que los días intensos de verano.
Me quedaba a dormir con Mónica, salia con las chicas, quedaba con Laura para ir en bici...
Los aproveche al máximo fueron los mejores de todo el verano, porque en esa fecha ya había vuelto todo el mundo de las vacaciones.
Los dos últimos días antes de el nuevo comienzo de curso me desperté a la 1 de la tarde :$, así que solo pude aprovechar la tarde al máximo, la ultima tarde de verano, estábamos jugando Julia, Laura, Cristina, Irene y yo tranquilamente en la rotonda de mi calle, cuando de repente aparecieron Germán y Mario con las bicis
Germán: ¡Hola chicas! ¿Os venís a dar una vuelta en bici?
*Todas a la vez*
¡¡Hola!! Pues claro
Todas fuimos a por las bicis a nuestras casas.
Laura: ¿Y donde vamos?
Germán: Ustedes seguidnos
No tenía ni idea de donde nos llevaban, y mira que el pueblo donde vivo es chico...
Fuimos tomando calles que aun conocía pero nos metieron por un campo lleno de olivos e hierba, las cuatro nos mirábamos con cara de confusa hacia donde nos iban a llevar.
Por fin llegamos a donde nos llevaban, nos llevaron a la carretera de la s30, por allí va la gente a montar en bici o a andar como aquello es amplio y esta parada la obra...
Había un puente enorme. Mario y Germán nos dijeron:
-Si queréis recuperar los móviles os tenéis que subir a el puente.
Nos habíamos dejado los móviles en las cestas de las bicis  y nos lo cojieron... :(
Todas nos quedamos en plan: - noooo porquee a miii!!!
El puente estaba bien hecho pero no tenia vallas, a mi me daba mucho, todas menos a Laura.
Laura es de estas típicas niñas dispuestas a todo... Pues a si...
Laura nos dijo:
-Venga chicas que tampoco es para tanto...!
A todas nos temblaban las piernas sobre todo a Cristina
Al final subimos y Cristina subió y bajó yo vi que no era para tanto el puente era súper ancho y si no te acercabas a los bordes no pasaba nada.
Vimos allí el atardecer y al terminar cada uno nos fuimos a nuestras casas para vernos al día siguiente en el colegio.
Ese día me acosté súper temprano porque si no mis hermanas no se dormían.
El verano ya había acabado y la rutina había vuelto para quedarse por un tiempo.